miércoles, 8 de diciembre de 2021

Confesar tu amor

Antes de confesarme por primera vez este año, solía pensar que el momento más difícil de la relación con una hembra era la confesión. Lo valiente que yo tenía que ser. Lo perfecta que tenía que ser. Las palabras correctas, el momento perfecto. Que si no lo hacía iba a estar arrepentido toda mi vida.

Pero luego de hacerlo, me di cuenta de lo estupido y ridículo que es pensar todo esto. Declararse a una hembra es tan difícil como decidir si te enamoras o no de ella. No importa si son sólo dos palabras o mil, habladas o escritas, sentados o parados, en una plaza o en un bus, con sol o con lluvia. No importa que le digas lo bello que son sus ojos o lo melódica que es su voz. 

Al final, lo único que tiene que ser perfecto es la respuesta de ella, y créanme, esa respuesta no la puedes predecir. Por lo que todo lo anterior da igual.

Si sigues mi consejo, declarate, si. Pero no te estreses inventando hermosos poemas o pensando noches enteras los atributos de ella. Si ella quiere algo contigo, te va a responder positivamente así se lo digas en simlish. Si no quiere nada, cuando ella vea venir el momento te lo dejara bien claro antes de que digas algo. Y por dejartelo claro me refiero a que en el momento en que decidas declararte, ella haya pasado los ultimos 15 minutos hablando del hombre que le gusta que claramente no eres tu. 

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